miércoles, 18 de noviembre de 2009

germinal-5


Germinal

El sindicalismo en tiempos de crisis

Por Paulina Velasco Medina

Tiempos de crisis, tiempos de tragedias, tiempos de paros y huelgas, y es que la semana pasada nuestra información estuvo sumamente abastecida de opiniones acerca de los paros y huelgas de ciertos sindicatos, con respecto al apoyo para la extinta Comisión de Luz y Fuerza del centro.
Grandes agrupaciones por las calles, manifestándose en contra del gobierno federal, lideres sindicales exponiendo sus inconformidades, aglomeraciones que más que hacer valer sus derechos como sindicatos que son, no causan más que perdidas económicas, molestias sociales y políticas.
Pero bien, ahora analicemos y recordemos sin ilusión alguna cuáles deben ser las verdaderas y bien planeadas funciones de un sindicato, los cuales presumen de tener múltiples ventajas para el trabajador.
Estas agrupaciones tal y como las conocemos en la actualidad, surgen a raíz de la consolidación del estado en tiempo de la revolución en 1910.
Las primeras etapas de organización de obreros se dan principalmente en la industria textil y minera después de la intervención francesa. La organización en aquel entonces era de carácter mutualista, es decir sociedades de asistencia que los obreros construían para apoyarse en caso de alguna desgracia. Como ejemplo podemos encontrar a la organización más importante de dicha época fue el Gran Círculo Nacional de Obreros de México, formado en 1872, a esa organización rápidamente se integraron la mayoría de los las sociedades obreras existentes en diversas partes del país.
Si bien la finalidad primordial del sindicalismo mexicano debió ser el de la defensa de los derechos laborales de sus agremiados, en función de los cambios, políticos, sociales y económicos y como la segunda parte de la dualidad, es que el sindicalismo en México se ha ido formulando como un cuerpo social de resistencia, dentro de la cual no se ha permitido el desarrollo económico y estructural del país. Sin embargo hoy en día sabemos que la realidad es completamente otra, cada día y con el paso de los años el auge de los sindicatos atrajo poder y este a su vez la creencia que los lideres pueden gozar absolutamente de lujos y prepotencias, de hacerse ricos a costa de del trabajo de sus empleados, dejando de lado los retos y objetivos de la agrupación, abandonando sus reestructuraciones de sistema y cayendo en la política y corrupción.
Descontroles totales son los que podemos percibir hoy en día, representantes que olvidaron el equilibrio con el cual comenzaron a laborar, pasando por alto las funciones de sus contribuciones respecto a sus agremiados. La razón por la que nos encontramos con huelgas y paros es porque los trabajadores rebasan sus juicios, en donde detrás de sus pliegos petitorios presentes en cada manifestación encontramos corrupción y mentiras, arreglos y ventajas.
Pensemos y analicemos la realidad de nuestras empresas, de nuestras instituciones, de nuestro gobierno que sin dudarlo siempre esta por debajo de estas situaciones, y al final no hace más que propiciar y llevar al límite las problemáticas, finalizando con la desaparición de las empresas como es el caso L y F, o simplemente seguir haciendo como que nada pasa.
Como ciudadanos no perdamos nuestros derechos y principalmente nuestros objetivos, trabajamos honestamente y seamos capaces de manejar y regular nuestros sindicatos, ya que nosotros mismos somos los encargados de crearlos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario